martes, 12 de mayo de 2009

“El estado de ánimo apropiado”

Ha pasado mucho tiempo desde que escribí la última vez, desde que dejé de escribir. Y eso que cosas para contar no me han faltado. Más bien me ha faltado eso… el estado de ánimo apropiado. No me gusta reconocerlo, pero necesito algo de melancolía y confusión emocional para empezar, para tener ganas de contar.
Aprovecho así el momento para hacer retrospectiva, pero de lo bueno. De todo lo bueno que los últimos tiempos me han dado. Autoterapia pura y compartida.

¡Pasen y vean!


Retrospectiva I: “La que se lía por Baco”

Así fue como empecé a dejar de escribir. De escribir y de todo lo demás. Las dos semanas previas a la feria Prowein fueron una carrera de fondo. Estudios de mercado que terminar, eventos que organizar, llamadas, emails, ¡estrés! Pero luego la feria, definitivamente valió la pena. Tres días intensos con nervios, gente, muchos nombres, muchas caras... y finalmente pude compartir la satisfacción de que las cosas salieran bien. Incluso un poquito de vino también pude compartir, incluso con honores de la experta que aún no soy.




Retrospectiva II: “Desaparezco… ¡Asia!”

Teníamos grandes planes para la Semana Santa y, desde luego, la experiencia no decepcionó. Ni cortos ni perezosos nos plantamos en Seúl y Tokio durante 10 días simplemente increíbles, gracias sobre todo a los anfitriones: Íñigo y Alberto, dos regalos que me llevé del máster en Madrid y que, con su permiso, pienso conservar para siempre.

Para describir el viaje completo necesitaría tanto escribir que aburriría a cualquiera que pueda leer esto, así que trataré de ser breve.

En Seúl, Íñigo vino a recoger con una resaca caballuna a un grupo afectado por un jet lag brutal. Y sin embargo, la emoción de volver a vernos y de estar allí nos mantuvo más despiertos que nunca. En los cuatro días y medio que pasamos allí, descubrimos que los coreanos son gente amabilísima y que Seúl es una ciudad con un ambiente increíble. Como dicen los propios becarios que están allí, uno de los destinos “tapados” de Asia (perdón, chicos, por contarlo).

Una cosa sólo que advertir. Si una no tiene una forma de ser muy a lo “pretty woman”, no entréis a mirar trapitos a ninguna tienda… puedes tirarte horas tratando de hacerles entender que sólo quieres mirar y no es fácil conseguir que dejen de ponerte prendas unas encima de otras… Por todo lo demás, Seúl es (a pesar de las amenazas nucleares de los coreanos del norte), un paraíso para cualquier becario.





Después de pasar unos días increíbles en Seúl, incluida una curiosa visita a la “zona desmilitarizada” (frontera entre las dos Coreas, que, por cierto, son dos países que teóricamente siguen en guerra), volamos hacia Tokio. No iba a ser fácil de superar: quedamos encantados de la primera mitad del viaje. Pero es que Tokio y, especialmente, los tokiotas, no dejan frío a nadie.

Artículos como este lo demuestran (no tiene desperdicio)
http://www.elpais.com/articulo/portada/SOLO/TOKIO/PUEDE/TOKIO/elppgl/20090508elptenpor_4/Tes

Como decía, los tokiotas son de lo más curioso. Un ejército de hombres y mujeres con maletines y vestidos de negro. La sobriedad, la educación y el respeto por el prójimo hechos persona… hasta que dura el día… porque como buena sociedad “reprimida” según unos y “ordenada” según otros, las buenas formas no duran eternamente. Por la noche se puede ver a esos mismos autómatas de negro de dos maneras diferentes pero bien definidas:

1) con una trompa espectacular que casi no les permite mantenerse en pie y que hace que se duerman unos sobre otros en el metro
2) metidos en salas enormes con un ruido ensordecedor donde se juega a unas maquinitas consistentes en no dejar caer unas bolitas por un agujero… y ¿qué se gana jugando?... Fácil: ¡más bolitas!

La doble moralidad es también el pan nuestro de cada día. No es gratuito que Japón sea una de las grandes potencias en el mundo del porno, además de las otras muchas cosas por todos sabidas en las que lo son. Y este libertinaje inesperado se hace evidente en sitios como en el barrio de Shinjuku, que además de tener la estación de tren más transitada del mundo (3 millones de pasajeros al día, según dicen), es el lugar dónde acudir para hombres y mujeres que busquen una persona “de compañía”… y digo bien, hombres ¡y mujeres!

Tokio también se lleva la palma en otras muchas cosas. La mayor tasa de suicidios del mundo, que ha llevado a vallar la mayoría de andenes de metro; el cruce de Shibuya, de que se dice que es el más abarrotado del mundo y utiliza un stop en las cuatro direcciones para permitir a los peatones inundar todo el cruce; las mayores concentraciones de freakis por metro cuadrado del mundo los domingos en el parque de Yoyogi; el mercado de pescado más grande del mundo, etc.

Y más curiosidades, que de eso no faltó… Tokio es una ciudad, ya no limpia, PULCRA… y sin embargo, no se encuentran papeleras en las calles ni de coña. Los japoneses son los primeros proveedores mundiales de tecnología, entre otras tantas cosas… en definitiva, exportadores natos, pioneros en casi todo… y sin embargo, ¡casi nadie habla inglés! Parece que estén oyendo suajili cuando te diriges a ellos con cara de guiri perdido. Y, la que más me gusta a mí, a pesar de ser (con más de 12 millones de habitantes) una de las ciudades más pobladas de la tierra, Tokio es un remanso de paz… tasas de criminalidad bajísimas. Bueno, eso si no tenemos en cuenta los roces “fortuitos” entre avalanchas en el metro. Vamos, que es más probable que le toquen a una el culo como el que no quiere la cosa, que que alguien toque un billete de los más grandes tirado en el suelo…

En definitiva, este país es alucinante. Y no menos lo fue nuestro viaje, nuestros anfitriones, mis compañeros… ¡todo!





Retrospectiva III: “Y al volver… ya fue primavera”

Pero no todo lo bueno dura eternamente y, si lo hiciese, seguramente no sería taaaaaan bueno. Así que tocó volver a Düdo. Y lo grande es que, al hacerlo, también la primavera ya estaba allí para recibirnos. Así fuimos volviéndonos a reunir después de nuestros dispares y viajes en Semana Santa y empezamos con una nueva rutina, con más sol, sin abrigos ni ropa pesada y con las ganillas de tirarse a la calle que da el buen tiempo.

Aquí la primavera, el buen tiempo en general, lo cambia todo. Los bares sacan mesas a la calle, la gente sale de sus guaridas de invierno, sonríen, pasean, toman el sol en los parques… se vuelven locos estos teutones con un rayito de sol. Lástima que no dure mucho y el tiempo nos dé una de cal y una de arena constantemente.

Sin embargo, nos dio para disfrutar de las terrazas, hacer barbacoas junto al río y para ir de conciertos… Un concierto que llevaba esperando mucho tiempo: ¡Dota & die Stadpiraten! Una increíble banda berlinesa, de aires perrofláuticos/cantautores, con una cantante que tiene una de las mejores voces que he escuchado nunca, unas letras increíbles (un día de estos pienso traducir alguna y ponerla aquí) y un directo divertidísimo.

Os dejo un link para escucharles:
http://www.myspace.com/dotaunddiestadtpiraten





Retrospectiva IV: “Donde está mi hogar”

Y después de dar tanto tumbo desordenado, me entraron unas ganas terribles de volver a casa. A casa de verdad. Así que, aunque los desorbitados precios de las compañías aéreas casi me lo impiden, aproveché el puente del 1 de mayo para ir a dar una sorpresa a los míos.

Y los cinco días en casa valieron su peso en oro. Familia, paella, sol, amigos, playa, montaña, ¡hogar!





“Pilas cargadas… ¿y ahora qué?”

Ahora… ¡más! Ahora Berlín, luego Atenas, luego algún viaje aún por decidir…
¿Qué c** hago yo triste? Ya está, se me pasó :-)

2 comentarios:

Marian dijo...

Mucho tiempo sin escribir pero con la feria se fue el stress y, por lo que veo, tienes horas y horas para escribir semejante disertación que, por cierto, me encanta!!
Como siempre, todas..
Muack!!!

Dorotea dijo...

Me encanta la descripción de Japón!!! lo has clavado...y me encanta como escribes!!!
un besoooooooo
supongo que en Dudo salió el sol y lo de poner más entradas está chungo no???
bueno, cuídate muchoooooooooo!!!
clara