Tratando de hacer la digestión de las navidades (digestión de los viajes, los aeropuertos, de las ciudades, de los atracones, de los encuentros, reencuentros y desencuentros...) me he plantado de vuelta en mi lata tras unas navidades inolvidables... y haciendo balance (expresión muy socorrida estos días) no se me ocurren otra cosa que despropósitos para el año recién estrenado.
Porque en los tiempos que corren es un despropósito pasar el cumpleaños en París, las navidades en casita, volver a "trabajar" dos días a Alemania e irse de fin de año a morir de frío y de amor a Italia.
Y más despropóstito aún es pedirle mucho más al año que viene: pretender hacer más viajes, ir más de compras, a más restaurantes de más países, más de fiesta, y más viajes y más lejos... y hacer más amigos. Todo ello encima quejándose porque uno no está en Honolulu sino en Düsseltown.
Pues sí... un despropósito. Pero eso es lo que le pido a 2009. Quien dijo que lo bueno si breve... ¡se equivocaba!
"Queridos reyes magos..."
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1 comentario:
Tú pide por esa boquita. Total es gratis. Yo sólo pido al nuevo año, más y mejor...
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